Sería un recorrido de 35-38 km, con un desnivel positivo de 600 metros, para realizarla en poco más de 3 horas. Como se puede observar en el track de la ruta, ésta es una consecución de bucles; los más grandes tienen su origen en Chiloeches, con lo que hay facilidades en caso de tener que finalizar inesperadamente.
Alex en pleno esfuerzo |
Empezamos el recorrido sobre las 09:00 desde la localidad de Chiloeches, con una subida para ir calentando las piernas hacia las vias del AVE. Como un tiro suben los tres mosqueteros (Villy, David y JoseM) dejando al resto a distancia y subiendo al tran-tran.
Mientras circulamos al lado de las vías del AVE, en el mismo sitio que durante la ruta realizada en noviembre, pasa el AVE a toda velocidad. ¡Esto es como el Día de la Marmota! Esperemos que el resto de la ruta sea bien distinta que la de noviembre, caso contrario nuestras esposas llegarán a la conclusión de que no tenemos remedio (algunos ya estamos empezando a pensar que algo de razón tienen….).
Cruzamos las vías por el puente, que nos deja en un encinar y, siguiendo este camino y volviendo por el otro lado de las vías, vamos sorteando los grandes charcos que las lluvias han ido generando. La pesadez del camino se va dejando notar; en ocasiones debemos parar a quitar el barro de los pasos de rueda para aliviar el peso extra acumulado. La Marmota sigue ahí, acechando.
Mirador de Chiloeches |
No por ser bajada es mas fácil |
Al paso por Chiloeches, JoséM decide no continuar; el barro le produce incomodidad, inseguridad y desmotivación; a veces una retirada a tiempo es una victoria (soldado que huye…. sirve para otra batalla!). El resto decidimos continuar, iniciando el segundo bucle, en una sucesión de rampas y descensos «rompepiernas» que junto con el barro, más blando que en el primer bucle, nos hacen pensar si la elección de JoseM no era la más acertada. En fin, dejamos atrás esta zona, y Dani decide también abandonar por avería técnica: el barro le está bloqueando los cambios impidiéndole seleccionar los piñones y platos más necesarios, por lo que vuelve al punto de partida en Chiloeches.
David aplicando técnica de «empujabike» |
Los cinco que quedamos iniciamos una subida llamada «el hoyo» (no sé muy bien porqué), debido a las condiciones del terreno hay que hacerla a «molinillo». Villy y David se escapan; el resto, como siempre, a remolque. Los SPM (suputamadre) empiezan a flotar en el ambiente ante las dificultades de la ruta. JoseA compra aquí su segunda «parcela». Seguimos, entre caminos embarrados y sembrados; según Villy todo es descenso a partir de ahora. Pero no, seguimos en constantes subidas y bajadas cortas que siguen infligiendo más castigo a las ya cansadas piernas hasta que llegamos al descenso final, esta vez si, pero no exento de dificultad, el barro sigue bloqueando los pasos de rueda y cuando no, hace deslizar sin control, en este punto David sufre su segunda «adquisición inmobiliaria». ¡Esto ya parece el juego del «Monopoly»!
Tercer Tiempo |
Llegada a Chiloeches, donde realizamos el tercer tiempo, comentando la ruta, donde todos opinamos que de hacerla con tiempo seco debería de ser mucho más divertida, y deseándonos que los Reyes nos traigan muchos regalos por lo bien que nos hemos portado.
Como siempre «¡Nos vemos en el camino…!»
Feliz 2014.