Hoy nos tocaría hacer la ruta en Cerceda, pero toda la semana hemos estado viendo el tiempo y anunciaba lluvia por la zona, a toda prisa Villy ha diseñado un plan «B» (que no caja «B», no confundamos…), «negociando» una ventana de tiempo y consiguió que aunque el cielo estuviera nublado, al menos no lloviera (vamos que se llevó el chubasquero). Así, y tras decidir entre los que acudimos a la convocatoria si hacer la ruta marcada u optar por el plan «B», elegimos la segunda opción y «carretera y manta», allá fuimos los 7 intrépidos (algunos nos llamarían «tontos, locos, inadaptados…cualquier adjetivo podría ser válido» porque lo que iba a caer del cielo no estaba en los escritos): Alex, Ángel, David, Dani, Jesús, Villy, Manolo.
El plan «B» consistía en una ruta que partía desde Las Rozas hacia las proximidades de la valla de El Pardo para llegar a Las Matas, y desde aquí visitar la antigua presa del «El Gasco» que retenía hace mas de 40 años las aguas del Guadarrama para continuar cerca del Urb. Molino de la Hoz y posteriormente adentrarnos en la dehesa del Pinar y regreso a Las Rozas. La distancia a recorrer 34 Km. Con un desnivel positivo de 520 mts. dificultad, en condiciones normales, técnica baja y física baja. Vamos lo ideal, sin «pedrolos», con senderitos y caminos anchos.
Una vez, desembarcadas las bicis, y equipados para la ocasión, comenzamos la ruta, pasando por encima de la N-VI para coger los caminos que llevan paralelos a las vías del tren hasta las cocheras de RENFE, y tomando el camino a la dcha, realizamos la bajada hasta toparnos con la valla de El Pardo. Desde este punto hasta la localidad de Las Matas, sería una sucesión de subidas y bajadas divertidas, teniendo en algunas ocasiones que hacer empuja-bike, y donde llegamos a pensar si el recorrido no sería en sentido contrario. El barro nos complicó los últimos 500 metros, debido a que una excavadora había removido el camino y estaba realmente complicado avanzar. Jesús «compra» parcela al patinar la rueda trasera en una subida y no poder sacar a tiempo el pie, pero sin consecuencias. Volvemos a cruzar la N-VI por el paso elevado, tomando la primera calle asfaltada a la dcha, bajamos hasta encontrarnos con la rotonda que nos da entrada al camino y que nos conducirá por la linde del antiguo canal de Isabel II. El sendero, divertido y tortuoso es perfectamente ciclable aun con el exceso de barro que nos encontramos, hasta llegar a la desviación que nos llevaría hasta la antigua presa (impresionante al estar realizada de adobe y argamasa, merece la pena visitar), en este punto se nos perdió David, que estrenaba GPS y se puso a seguirlo sin darse cuenta que no le seguíamos, parecía un niño con zapatos nuevos con su GPS recién adquirido. Al final conseguimos juntarnos, pero se perdió las vistas de la presa. Aquí, Jesús, y por el motivo anterior, «compra» otra parcelita. (Te dije que saldrías en el Blog), también sin consecuencias. A pesar del barro avanzamos a buen ritmo con Villy, David y Ángel a la cabeza, vamos como siempre, el resto por detrás. En ocasiones Jesús se acerca a los tres mosqueteros, Manolo, Alex y Dani vamos a otro ritmo, el que nos permite nuestra «patata».
Seguimos el camino que nos llevará hasta el embalse de «Molino de la Hoz», el camino sigue siendo divertido, aun con barro, nos deja ciclar, con el único inconveniente de ponernos mas pringados que en la «Andalucia Bike Race» de este año. Desde aquí y atravesando sin desmontar varios riachuelos, llegarímos a la localidad de Monterrozas, rodeándolo hasta llegar al Pinar de las Rozas donde nos hicimos unas fotos en uno de los bunkers de la guerra civil y finalizar la ruta. David también «compra» parcela al trabarse la dirección y salir por «orejas», pero sin mas daño que el moral por haber tomado tierra. Todo este tramo lo hicimos a buena marcha, aun estando muy exigente el terreno.